top of page

¡POR LA FE ABRAHAM OFRECIÓ A ISAAC!(Serie: La Fe)

  • mayesil
  • 30 nov
  • 6 Min. de lectura
ree

«POR LA FE ABRAHAM, CUANDO FUE PROBADO, OFRECIÓ A ISAAC; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir» (Hebreos 11:17-19).

 

El autor regresa a la vida de Abraham, y se dirige a Genesis 22, que contiene la historia de la mayor prueba y acto de fe de Abraham, y tal vez de cualquier otro hombre o mujer del pueblo de Dios. Vemos la disposición de Abraham a obedecer a Dios, aunque implicara la pérdida de su hijo amado; el aferrarse a la promesa de Dios, aunque con este acto la anulara, y de creer que Dios podía levantar a Isaac de los muertos.

 

Abraham en obediencia a Dios, ofreció a Isaac; pero Dios, antes de sacrificarlo, provee el carnero en lugar de su hijo. El carnero es tipo de Cristo como sustituto; pero también lo es Isaac, como hijo unigénito, entregado en sacrificio por su padre, y levantado de los muertos en sentido figurado.

 

1. ABRAHAM OFRECE A ISAAC.

 

“La fe de Abraham había triunfado cuando Dios lo dirigió a la tierra de la promesa y le dio a Isaac, el hijo de la promesa. Pero, ¿Sería capaz de someterse a una prueba de fe mucho mayor? ¿Estaría dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac como sacrificio a Dios?... Dios probó a Abraham para ver si el amor del patriarca por Dios era más fuerte que su amor paternal por su hijo Isaac. Dios le pidió a Abraham que sacrificase a su hijo en un lugar muy alejado de donde ellos vivían. Cabe suponer que Sara no haya sido informada del mandato de Dios de sacrificar a Isaac” (Hendriksen & Kistemaker).

 

DIOS PRUEBA A ABRAHAM AL MANDAR A SACRIFICAR A ISAAC (Gn 22:1-2). Dios ya había probado su fe, pero esta prueba fue mayor que todas; se le ordena ofrecer a su hijo Isaac. Cada instrucción de Dios en ese asunto era una prueba para él. Nunca se impuso una prueba mayor sobre ninguna criatura. Fue puesta después de haber recibido las promesas en Isaac. Isaac era su hijo unigénito con Sara, el único que tendría de ella, el único heredero de la promesa, del que vendría una descendencia eterna, y el Mesías. Todas sus expectativas estaban ligadas a él, y si moría, morirían con él. Era una prueba demasiado grande, que habría derribado al más fuerte y firme.

 

ABRAHAM OBEDECE A DIOS (Gn 22:3-8). Ofreció a Isaac; lo entregó, con su alma sumisa a Dios, conforme al mandato Divino; llegó hasta el momento crítico, y lo habría hecho si Dios no se lo hubiera impedido. Si Dios no hubiese intervenido, Isaac hubiera sido sacrificado. Abraham cumplió plenamente el pedido de Dios.

 

DIOS PROVEE EL CARNERO (Gn 22:9-14). El carnero, el cual es tipo de Cristo, nuestro sustituto. Cristo es puesto en lugar de nosotros para ser sacrificado. Dios provee a Cristo; por eso es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29); por eso Cristo es el Cordero inmolado desde antes de la fundación del mundo (Ap 13:8,1 P 1:19-20).

 

DIOS RECONOCE LA OBEDIENCIA DE ABRAHAM Y CONFIRMA LA PROMESA HECHA CON SU JURAMENTO (Gn 22:15-19). Dios hizo esta promesa a Abraham con su propio juramento; que es inmutable (He 6:13-18). Sus promesas están aseguradas y firmes, por medio de Cristo (2 Co 1:20). El llamamiento que le había hecho a Abraham era irrevocable (Ro 11:29).

 

2. LA PROMESA EN ISAAC.

 

“Abraham había recibido las promesas de Dios, en especial esta: "en Isaac te será llamada descendencia" (Gn 21:12; Ro 9:7). Abraham sabía que en Isaac se cumpliría la promesa de la multitud de sus descendientes (naturales, espirituales). Con la muerte de Isaac, el linaje de los creyentes habría terminado. Abraham tenía a Ismael, pero este hijo pertenecía a la esclava egipcia Agar. Isaac, no Ismael, era el heredero, el hijo de la promesa. Si la vida de Isaac fuese a terminar, la salvación del mundo no ocurriría. Por medio de Isaac, la promesa de Dios acerca de la salvación se realizaría… Dios impidió que Abraham terminase con la vida de Isaac y anulase la promesa” (Hendriksen & Kistemaker).

 

Dios le había prometido a Abram que de él saldría una gran nación (Gn 12:1-3). Se lo había confirmado después cuando Abram no había podido tener hijos (Gn 15:2-5). Le dijo además que a través de Sara (Princesa), le daría ese hijo, y que ella sería así madre de naciones (Gn 17:16). Dios también le había dicho a Abraham que la promesa y el pacto vendría por Isaac, el hijo de Sara, no por Ismael, el hijo de Agar; esto se lo dice cuando le da la circuncisión como señal del Pacto (Gn 17:19-21). Dios le confirma la promesa, cuando Sara se ríe (Gn 18:10-14).

 

Finalmente, el hijo de la promesa, Isaac, es concebido y nace, como lo había prometido a Abraham (Gn 21:1-3). Abraham, también en obediencia a Dios, circuncida a Isaac de 8 días (Gn 21:4-5). Sara reconoce su incredulidad al ver la promesa cumplida con su hijo Isaac (Gn 21:6-7). Años más tarde, surgen conflictos entre Isaac e Ismael; pero Dios confirma de nuevo la promesa a Abraham (Gn 21:9-12). Dios también le confirma al mismo Isaac, muchos años después en Gerar, que él era el hijo de la promesa, y que su descendencia sería como las estrellas del cielo (Gn 26:4-5).

 

3. ABRAHAM DESCANSA EN LA PROMESA.

 

“Como recompensa de su fe, recibió a su hijo de entre los muertos, en figura, parábola. 1. Recibió a su hijo. Se había separado de él para entregarlo a Dios, y Dios se lo devolvió. 2. Lo recibió de entre los muertos. Lo había dado por muerto, y su regreso fue para él como una resurrección. 3. Fue figura o parábola de algo más. Figura del sacrificio y la resurrección de Cristo, de quien Isaac fue un tipo. Fue una figura y prenda de la gloriosa resurrección de todos los verdaderos creyentes, cuya vida no está perdida, sino escondida con Cristo en Dios” (Matthew Henry).

 

ABRAHAM CREYÓ EN EL PODER DE DIOS.

Creía que Dios podía resucitarlo de los muertos; sabía que el poder de Dios es ilimitado, y podía hacer que lo que está muerto vuelva a la vida (Ro 4:17-18).

 

Debemos creer en el poder de Dios con su Evangelio; que puede dar vida a los muertos (Ro 1:16). Debemos creer que, así como Dios levantó con poder a Cristo de los muertos, también nos resucitará a nosotros con su poder (1 Co 6:14). Así como el Espíritu Santo levantó con poder a Cristo de los muertos, así nosotros debemos esperar la resurrección (Ro 8:11). Debemos fortalecernos en el poder de Dios (Ef 6:10). Su poder se perfecciona en nuestra debilidad (2 Co 12:9-10).

 

ISAAC EN SENTIDO FIGURADO.

Aunque Isaac no murió físicamente en ese momento, y por tanto, no resucitó literalmente de los muertos, la expresión “en sentido figurado”, nos muestra que al Dios detener a Abraham de ejecutar el sacrificio, fue para él como una vuelta a la vida de su hijo, pues ya lo daba por muerto. Isaac es por tanto, una prefiguración de Cristo. La mayoría de expositores bíblicos han estado inclinados a ver un paralelo entre Isaac y Cristo. Isaac era el hijo unigénito de Abraham con Sara, Cristo también es Hijo Unigénito, en este caso, del Padre celestial (Jn 3:16). Dios el Padre, como Abraham, estuvo dispuesto a entregar a su hijo en sacrificio (Ro 8:32). Isaac había sido dado por muerto por su padre Abraham, pero su regreso, fue como una resurrección. Así como Dios en sentido figurado trajo a Isaac de los muertos, así también resucitó de los muertos a su Hijo Jesucristo (1 Co 6:14).

 

Pero como dijo alguien, esta historia iba a continuar. Dios el Padre en aquel entonces, se interpuso para evitar que Abraham sacrificara a su hijo Isaac; pero siglos después, ya nadie detuvo el cuchillo sobre el Hijo bendito de Dios; el mismo Padre lo sacrificó (Is 53:10). El carnero fue provisto por Dios en lugar de Isaac; Cristo, fue el Cordero que Dios proveyó para quitar nuestros pecados (Jn 1:29). Cristo fue nuestro sustituto, como lo fue el carnero con Isaac (1 P 3:18). El Padre no pasó de Su Hijo la copa de su Ira (Mt 26:39). El Padre lo desamparó (Mt 27:46). Pero Cristo después fue declarado Hijo de Dios con Poder al ser resucitado de los muertos (Ro 1:4). Debemos creer que Dios levantó de los muertos a Cristo para ser salvos (Ro 10:9).

 

«POR LA FE ABRAHAM, CUANDO FUE PROBADO, OFRECIÓ A ISAAC; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir».


X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.


Escucha el sermón del domingo 30 de Noviembre de 2025: ¡POR LA FE ABRAHAM OFRECIÓ A ISAAC!



Comentarios


bottom of page