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¡LA PALABRA DE LA CRUZ!

  • mayesil
  • 16 jul 2023
  • 6 Min. de lectura

«Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios» (1 Corintios 1:18).


“Vemos los diferentes efectos de esta predicación: 1. TROPIEZO A JUDÍOS: No pudieron aceptarlo. Su Mesías esperado debía ser un gran príncipe temporal; nunca reconocerían a un Libertador y Rey, con una apariencia de vida tan mala, y una muerte tan maldita. Lo despreciaron, lo tuvieron por execrable (colgado en un madero); y además no los complació con señales (V22; Mt 12:38), aunque su poder divino brilló con innumerables milagros. 2. LOCURA PARA GRIEGOS. Se reían de la historia de un Salvador crucificado y despreciaban la forma en que los apóstoles la contaban. Eran hombres de ingenio y lectura, habían cultivado las artes y ciencias, y habían sido (largo tiempo), la luz del conocimiento y el aprendizaje. No había nada en la doctrina de la cruz que satisficiera su gusto, complaciera su vanidad, ni gratificara un temperamento curioso y pendenciero. ¿Esperanza en ser salvado por un hombre que no pudo salvarse a sí mismo? ¿Confiar en uno que fue condenado y crucificado como malhechor, de mala cuna/condición en vida, y con una muerte tan vil y oprobiosa? Esto era lo que el orgullo de la razón humana y el saber no podían saborear. Los griegos pensaron que era una estupidez recibir tal doctrina y tener en tan alta estima a tal persona. 3. SABIDURÍA Y PODER DE DIOS A LOS LLAMADOS Y SALVADOS. Santificados, que reciben el evangelio, iluminados por el Espíritu de Dios, disciernen las revelaciones más gloriosos de la sabiduría y poder de Dios en la doctrina de la cruz, con conocimiento experimental de los misterios de Cristo crucificado” (Matthew Henry).


1. LA PALABRA DE LA CRUZ.


“Es la cruz de Cristo, la doctrina de la salvación por Cristo crucificado; la doctrina de la paz y reconciliación por la sangre de su cruz, y de la justicia, el perdón, la expiación y la satisfacción por la ofrenda de sí mismo en ella como un sacrificio por el pecado” (John Gill).


Pablo predicó el evangelio y la cruz de Cristo, no con sabiduría de palabras (V17), o palabras persuasivas de humana sabiduría (1 Co 2:4). No fue con excelencia de Palabras, predicó a Cristo crucificado (1 Co 2:1-2). No fue con filosofías humanas, psicología, teorías políticas y económicas, humanismo, secularismo. Lo hizo para que la fe de la iglesia estuviera fundada únicamente en el Señor (1 Co 2:5). Que no estuviera cimentada en la sabiduría y filosofías humanas, que solo estuviera fundada en Cristo, la Roca fuerte, el fundamento firme. Pablo se glorió en la cruz de Cristo (Gál 6:14). Les dijo a los judíos que no les servía nada su circuncisión, si no nacían de nuevo (hoy tampoco sirve, si no se ha nacido de nuevo: bautismo, lenguas, confesión, afirmar doctrinas, membresía, ser “cristiano”). Se negó al mundo y sus aplausos, tomó la cruz y siguió a Cristo. Padeció persecución, pues no quitó el tropiezo de la cruz, como querían algunos para agradar a los judíos (Gál 5:11). Dijo que el judaísmo, y todas las demás creencias, eran mentiras, falsas, un engaño; afirmando que solo había un camino, Cristo, y solo Cristo, y únicamente Cristo. No quitó el tropiezo de la cruz. Los carnales no querían padecer persecución por la cruz de Cristo (Gál 6:12). Como hoy que muchos predican un mensaje suave, light, tibio; no hablan del infierno, la santidad, el pecado; no denuncian las tinieblas, las religiones falsas (Catolicismo romano, Judaísmo, Islam, religiones de oriente); se rinden ante el humanismo y Estatismo. No hablan claro del único camino de salvación, Cristo crucificado. Quitan el tropiezo de la cruz, no hablan la Palabra de la cruz. Son terrenales, mundanos, enemigos de la cruz de Cristo (Fil 3:18-19).


2. LOCURA A LOS QUE SE PIERDEN.


“Para los gentiles del tiempo de Pablo, el relato de la muerte de Cristo en una cruz fuera de Jerusalén era una tontería. Clasificaban a Jesús como un criminal o un esclavo degenerado, porque los romanos sólo crucificaban a desviados de esa calaña. El mensaje de la cruz que Pablo predicaba era una estupidez para los griegos” (Hendriksen & Kistemaker).


ES LOCURA. A la estima de muchos, desagradable a la razón carnal humana, descortés y pasada de moda. Los judíos pedían señales de Cristo (salvarse a sí mismo, derrotar al Imperio romano), los griegos sabiduría, conocimiento, ciencia, la razón (V22). El mensaje de Cristo fue un escándalo, solo digno de ser creído por ignorantes, según la elite religiosa, no lo creyeron los gobernantes romanos (Jn 7:46-49). El Cristo crucificado era locura para los gentiles (V23). La resurrección de los muertos era motivo de burla, para los idólatras humanistas (Hc 17:32-33). El amplio conocimiento que Pablo tenía de las Escrituras, de la Ley y los profetas, lo habían vuelto loco, según Festo (Hc 26:24). Leer la Biblia vuelve loco a las personas decía Roma Papal en la Edad Media. La sabiduría de Dios, lo espiritual, lo que enseña el Espíritu, es locura Para el hombre natural (1 Co 2:13-14). Hoy nos dicen locos, fanáticos, exagerados, de otra época, raros (como vivimos y hablamos). Si, somos un pueblo peculiar (santo, apartado), no nos entienden. Pero Dios quiso salvar con este mensaje, no con otro de origen humano (V21).


A LOS QUE SE PIERDEN. “se están perdiendo” (presente, en proceso). Todos los que lo rechacen, serán finalmente condenados. Su sabiduría es insensatez para Dios (1 Co 3:19-20). Se hicieron necios por su idolatría (Ro 1:21-23). La Palabra de la cruz les es olor de muerte para su muerte eterna (2 Co 2:15-16). El evangelio les está encubierto (2 Co 4:3-4). Están engañados por el Hombre de Pecado (2 Ts 2:9-10).


Amigo, no menosprecie la Palabra de la Cruz que estamos hablando (Hc 13:40-41).


3. A NOSOTROS, PODER DE DIOS.


“Los que hemos sido elegidos en Cristo para la salvación; cuyas personas y gracia están aseguradas en Cristo y en el pacto eterno; para quienes Cristo ha obrado la salvación, y a quienes se aplica por el Espíritu de Dios; y que son guardados para el pleno disfrute de ella por la gracia divina” (John Gill).


LOS QUE SE SALVAN. En contraste, los corintios no se están perdiendo; han sido llamados y santificados (V2); pertenecen a una clase diferente por haber aceptado “la palabra de la cruz” y creído el evangelio. Pablo los anima, se incluye: a los que se salvan, esto es, a nosotros (“están siendo salvados”. Pasado, presente, futuro). Fuimos salvados (Pasado. Ro 8:24; Tit 3:5; Ef 2:5, 8). Estamos siendo salvados (Presente. 1 Co 15:2; 2 Co 2:15). Seremos salvados (Futuro. Ro 5:9; Ro 11:26). “Los creyentes son salvos en esta vida, gozan de esta bendita seguridad a lo largo de su peregrinaje terrenal, porque saben que están camino de la salvación total (Heb 1:14). La salvación completa les llegará cuando dejen este escenario terrenal y entren en la presencia de Dios” (Hendriksen & Kistemaker). Son insensatos y débiles para el mundo, pero más sabios y fuertes que los sabios y poderosos de la tierra (V25). Hay realmente pocos sabios y poderosos entre los que se salvan (V26). Dios escogió lo necio, lo débil, lo vil, y lo menospreciado por el mundo (V27-28). Nos dio su sabiduría y salvación, no podemos jactarnos, la Gloria es para Él (V29-31).


No estamos locos, somos los más cuerdos de la tierra (Hc 26:25). Locos para Dios, vivimos para Él, por amor a Cristo (2 Co 5:13-15). Hablamos la sabiduría de Dios, no la del mundo, la que los poderosos rechazaron y rechazan, por eso lo crucificaron, y siguen crucificándolo (1 Co 2:7-8).


ES PODER DE DIOS. “El poder de Dios se hace efectivo cada vez que se predica el evangelio y las personas aceptan el mensaje de la fe. La palabra de la cruz tiene el poder de levantar al pecador de su muerte espiritual y proveerle nueva de vida” (Hendriksen & Kistemaker). Predicamos a Cristo crucificado, el poder de Dios (V23-24). El evangelio no son meras palabras, viene con poder (1 Ts 1:5). Tiene el poder para derribarnos por dentro (Heb 4:12). La palabra de la cruz es poderosa para derribar fortalezas y todo lo que se levante contra el conocimiento de Dios (2 Co 10:3-5). Es poderosa para destruir la sabiduría de los sabios (V19-20). Reinos, imperios, estados, organismos internacionales, religiones, con todas sus filosofías e idolatrías, caerán (falsa ciencia, humanismo, la ramera, el Papado). Cristo derribó las potestades en la cruz (Col 2:14-15). Cristo vencerá, su mensaje prevalecerá, no podrá ser derrotado. Su iglesia triunfará con el testimonio de la palabra de la cruz (Ap 12:11). Aunque nos quieran callar, aunque nos maten, saldrá el poder de Dios de nuestras bocas (Ap 11:5). Cristo con Su Palabra y su pueblo, los vencerán (Ap 17:14).


¡Sigamos anunciando la palabra de la cruz! “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”.



X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.


Escucha el sermón del domingo (16 de Julio de 2023): «¡LA PALABRA DE LA CRUZ!».



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