¡EL AMOR NO ES JACTANCIOSO, NO SE ENVANECE! (Serie: La preeminencia del Amor).
- mayesil
- 27 abr
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Actualizado: 4 may

«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece» (1 Corintios 13:4)
La palabra Jactancia significa: Soberbia, orgullo, presunción, vanagloria, vanidad, ostentoso de su sabiduría, riqueza, honor, fuerza, o dones. Se jacta con su boca de lo que es, posee, o hace. Envanecimiento, por su parte significa: Arrogancia, enceguecido, vana confianza por su conocimiento, sabiduría, juicio, elocuencia, talento, o posición.
Matthew Henry comenta: «El amor domina el orgullo y vanagloria… No se jacta ni se infla de vanidad, no se envanece de sus logros ni se atribuye honor, poder o respeto que no le pertenecen. No es insolente, propensa a despreciar a otros, pisotearlos, tratarlos con escarnio... El verdadero amor nos hará estimar a nuestros hermanos y aumentará nuestro valor por ellos (limitará nuestra vana autoestima, vanidad, arrogancia)... El Siriaco traduce: “no provoca tumultos ni disturbios”. El amor calma las pasiones airadas en lugar de avivarlas. Otros traducen: “no actúa insidiosamente con nadie”, no busca atraparlo (como los fariseos con Cristo), ni fastidiarlo con impertinencias e insinuaciones innecesarias. No es perversa, terca, intratable, puntillosa y contradictoria».
1. UNA SOCIEDAD JACTANCIOSA Y ENVANECIDA.
Vivimos en una sociedad jactanciosa y envanecida, una sociedad que se jacta de sus posesiones materiales, estatus, posición social, talentos, habilidades, decisiones, caminos, moralidad, justicia propia, vanidades.
Una sociedad que se jacta en sus caminos (Pr 14:12). Una sociedad que se jacta en su propio juicio (Pr 21:2). Una sociedad que se jacta de creer en Dios, aunque no lo conoce ni obedece (Ti 1:16). Una sociedad que se jacta en sus pecados (Is 3:9). Una sociedad llena de poderosos que se jactan en su maldad (Sal 52:1-2). Una sociedad que jacta de su alma, envanecida (Sal 10:3-6). Una sociedad llena de sabios envanecidos (Ro 1:21-23). Una sociedad soberbia como Sodoma (Ez 16:49-50). Una sociedad envanecida en sus pecados, vanidades, vanagloria, justicia propia, como dijo Salomón (Ecl 1:2). Una sociedad envanecida por Satanás (2 Co 4:4).
2. LA JACTANCIA Y ENVANECIMIENTO.
“El amor no es jactancioso. Describe a una persona jactanciosa, fanfarrona… que hace gala de su retórica para lograr reconocimiento. Su conducta está marcada por el egoísmo. Un fanfarrón se siente orgulloso de sí mismo y sus logros. Tal alarde carece de amor a Dios y al prójimo. La jactancia y arrogancia (envanecimiento) van de la mano. no es arrogante (no se envanece)… Sin amor, el conocimiento degenera en arrogancia detestable. Con amor, es una posesión valiosa. La arrogancia es egoísmo hinchado, mientras el amor es humildad genuina. La arrogancia está desprovista de amor, y el amor no es arrogante, se excluyen mutuamente” (Hendriksen & Kistemaker).
LA JACTANCIA:
Significa soberbia, orgullo, presunción, vanagloria, vanidad, ostentoso de su sabiduría, riqueza, honor, fuerza, o dones. Se jacta con su boca de lo que es, posee, o hace. No actúa por amor a Dios, o prójimo, si no por amor a sí mismo.
Satanás se jacta contra Dios (Gn 3:1). El rey de Babilonia (Tipo de Satanás), se jactó por su poder, y quiso igualarse a Dios (Is 14:13-14). El rey de Tiro (Tipo de Satanás), se jactó en su corazón por su hermosura y sabiduría (Ez 28:17). Satanás se jactó contra Cristo al tentarlo (Mt 4:3, 6, 9). Satanás se jacta contra los santos como acusador (Ap 12:10).
El Hombre de Pecado se jacta como Dios (2 Ts 2:4). El Anticristo se jacta sobre todo dios, y el Dios verdadero (Dn 11:36-37). La gran ramera se jacta como reina (Ap 18:7). Roboam se jactó contra el pueblo (1 Ry 12:13-14). El rey de Siria se jactó ante el Rey de Israel (1 R 20:10-11). Los fariseos se jactaban de la Ley y humillaban al pueblo (Jn 7:47-49). Se jactaban haciendo prosélitos de la circuncisión (Gál 6:13). Los Escribas y fariseos se jactaban contra los pecados de sus padres (Mt 23:30). Los falsos maestros se jactan de las ovejas (2 P 2:3). Los falsos maestros se jactan de las potestades superiores (2 P 2:10-11; Jud 1:8). Se jactan de su vano saber (Jud 1:10; 2 P 2:12).
Los judíos se jactaron contra las advertencias de Jeremías (Jer 44:16-17). Los judíos se jactaban de su linaje (Jn 8:33). Los judíos se jactaban de su nacimiento (Jn 8:41). Los judíos se jactaron contra Cristo (Mt 27:25). Los corintios se jactaron con el pecado del inmoral en la iglesia (1 Co 5:6). El amargado y envidioso se jacta contra la verdad, contiende con Dios (St 3:14-15). Muchos se jactan del mañana (St 4:13-17). Muchos se jactan de su falsa liberalidad (Pr 25:14).
EL ENVANECIMIENTO.
Significa arrogancia, enceguecido, vana confianza de su conocimiento, talentos, posición, elocuencia, sabiduría. No aman realmente a Dios (se justifica) y al prójimo (lo justifica).
El mero conocimiento envanece (1 Co 8:1). Los que quieren ir más allá de lo escrito se envanecen (1 Co 4:6). Los israelitas estaban envanecidos en sus pecados (Dt 29:18-19). Algunos corintios estaban envanecidos en su profesión externa (1 Co 4:18-19). Pretender tener fe sin obras, es estar envanecidos (St 2:18-20). Los que no refrenan su lengua tienen una religión vana (St 1:26). Los corintios estaban envanecidos con el inmoral en la iglesia (1 Co 5:2). Elí estaba envanecido con el pecado de sus hijos (1 S 2:22).
Los fariseos estaban envanecidos con el aplauso y reconocimiento (Mt 23:5-7). Los que no se conforman a las sana palabras de Cristo y la doctrina de la piedad, están envanecidos (1 Ti 6:3-5). Pablo alertó a los filipenses de maestros envanecidos que predicaban por contienda (Fil 1:15-16). Algunos corintios estaban envanecidos con los falsos maestros (2 Co 11:4). Estaban envanecidos, los toleraban, aunque los esclavizaban (2 Co 11:19-20). Pablo advirtió de falsos maestros en Colosas envanecidos por su mente carnal, que imponían duras cargas (Col 2:18). Mujeres ávidas de conocimiento, envanecidas, se dejan cautivar por falsos maestros (2 Ti 3:7).
3. ¡UN AMOR NO JACTANCIOSO NI ENVANECIDO!
EL EJEMPLO DE CRISTO Y OTROS.
Cristo, aunque era Dios, se humilló (Fil 2:6-8). Cuando hacía milagros encargaba que no lo dijeran a nadie para que la gente no se enfocara en los milagros, sino en su mensaje y muerte (Mc 1:44). Juan el Bautista, aunque fue el más grande nacido de mujer, no se jactó ni envaneció, se humilló ante Cristo (Jn 1:27; 3:30). Pablo desechó toda su jactancia y envanecimiento de su vida pasada (Fil 3:5-8).
EL AMOR NO ES JACTANCIOSO.
No nos jactemos de nuestro conocimiento, viene de Dios (Pr 2:6). No nos jactemos de nuestras habilidades y dones, vienen del Espíritu (1 Co 12:11). No nos jactemos con nuestras buenas obras (Mt 6:2-4). No nos jactemos al orar (Mt 6:5-7). No nos jactemos al ayunar (Mt 6:16-18). No nos jactemos en nada que sepamos, hagamos, o tengamos, alabémonos en conocer a Dios (Jer 9:23-24). La soberbia y jactancia engendra contienda (Pr 13:10). No nos jactemos por la incredulidad de otros; Cristo es quien nos sostiene (Ro 11:18). Si somos incrédulos, Dios tampoco nos perdonará (Ro 11:19b-21). No nos jactemos del mañana (Pr 27:1). No nos jactemos de nuestra vida (Mt 4:7). No nos jactemos contra nuestros pastores (He 3:17). No nos jactemos contra las ovejas (1 P 5:2-3). Si otros se jactan contra nosotros, seamos mansos (Ecl 10:4).
NO SE ENVANECE.
Nuestro conocimiento es limitado (1 Co 13:9). No nos gloriemos en lo que sabemos, aún sabemos muy poco (1 Co 8:2). Pensemos de nosotros con cordura (Ro 12:3). Nada tenemos que no venga de Dios (1 Co 4:7). No nos gloriemos en nuestra salvación, es por Gracia de Dios (Ef 2:8-9). Recordemos que vienen de Dios (St 1;17). No nos gloriemos en nosotros, si no en la cruz de Cristo (Gál 6:14). Hagamos todo para la Gloria de Dios, no para nosotros (1 Co 10:31). No busquemos nuestro beneficio, si no el de las almas (1 Co 10:33). Amémonos unos a otros (Ro 12:9-10). Nada hagamos por vanagloria, miremos a los otros como superiores (Fil 2:3-4).
No nos jactemos ni envanezcamos como el impío (Sal 75:4-5). El Señor destruirá a los jactanciosos y envanecidos (Sal 12:3-4). Dios resiste al jactancioso y envanecido (St 4:6). Recordemos que aunque tengamos todos los dones y hagamos muchas obras, sin amor, nada somos (1 Co 13:1-4).
Oremos al Señor: “Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión” (Sal 19:13).
¡EL AMOR NO ES JACTANCIOSO, NO SE ENVANECE!
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo 27 de Abril de 2025: ¡EL AMOR NO ES JACTANCIOSO, NO SE ENVANECE!





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